Capítulo 1
Secretos revelados
Observo todo lo que pasa aquí. Tierras lejanas, grandes desafíos para la humanidad, pues estos días que vivimos son fuertes, a veces alegres, pero todos debíamos hacer nuestra parte: cuidarnos de aquellos que nos obligaban a servirles y cumplir cabalmente sus peticiones conforme a sus antojos.
Mi nombre es Rut, la de la cuarta calle del gran barrio negro en el que vivimos. Tengo un guardián que siempre está junto a mi, diría que es mi mayor protector y colaborador, no porque sea el más fuerte o el más hermoso, no, es porque no importa lo que pase, él nunca me deja sola y eso lo es todo para mí. Se llama Tursis Jr, pequeño pero con un corazón gigante. En varias ocasiones me molesto mucho con él, porque siempre desea sorprenderme con sus inventos científicos. Cuando me los enseña, siempre termino recibiendo el desastre de su mala ciencia. Ese es mi Tursi, mi gran amigo.
Desde que tengo uso de razón, siempre he sabido que este lugar es mi hogar. No sé quiénes son mis padres ni tampoco sé si tengo hermanos, pero lo que sí sé es que en este lugar todos me aman. Cuando necesitan de mi ayuda, aquí estoy para cada uno de ellos, pues son mi familia y no conozco otra.
Rut está en el interior de su casa reparando la máquina de coser a su vecina, con habilidad y facilidad hace un gran trabajo, realizando soldaduras en el artificio. De fondo se oye el tocadiscos encendido con su música favorita a todo volumen. Cuando termina de reparar su principal objetivo, se quita las gafas protectoras y apagando la máquina de soldar, piensa:
"Listo"
Y verificando la soldadura, notó que había hecho un buen trabajo y emocionada gritó:
"¡Sí, soy la mejor!"
De repente, escucha la música y dice:
"Ahora viene mi parte favorita"
La canta en voz alta y baila siendo una mujer blanca, rubia de ojos claros. Se veía extremadamente hermosa. No había muchacha como ella en toda la región. Cuando terminó de cantar, en una de las habitaciones se oye una gran explosión como si fuera un gran motor intentando encender otras extrañas explosiones. Rut corrió hacia la habitación diciendo:
"Tursi, Tursi, ¿estás bien?”
Observando la puerta y asustada por su amigo, la abrió a toda prisa y se encontró de frente con la máquina. Le preguntó con más calma:
"¿Estás bien, amigo?”
Tursi mira a Rut con expresión alegre y le dice:
"Tu gran amigo Tursi está bien, ¿no lo ves? ¿no lo oyes? He logrado lo que siempre he soñado conseguir, mi gran invento científico. Ahora ven, te mostraré algo ".
Tursi tomó a Rut de la mano y la llevó al lugar donde pensaba que podían salir bolitas de pastel ya preparadas y listas para comer, pues él tenía en sus respectivos envases los ingredientes que se necesitaban para crear sus bolas de pastel. Ambos observaron el tubo por donde se suponía que saldrían los pasteles redondos, esperando que apareciera su primer pastel. De repente vieron que salía el primero, Tursi lo tomó, se lo dio a Rut y le dijo:
"¡Lo he logrado! Todos probarán mi gran receta del pastel"
Con recelo Rut observaba el pastel cuando Tursi continuó diciéndole:
"¿No lo vas a probar? ¡Dale, pruébalo! ¡Pruébalo!”
Pero Rut le dijo:
"Está bien, está bien, pero solo un poco, ¿okey?”
"Sí" respondió Tursi.
Cuando Rut lo probó, se disolvió en sus manos como agua. Tursi vio lo ocurrido y preguntó alarmado:
"¡Ohh nooo! ¿Qué pasó? Todo iba muy bien...”
Volteó hacia Rut y le dijo:
"Fuiste tú, siempre dices que mis inventos son difíciles y complicados... Le hiciste algo a mi pastel para que le pasara eso. ¿Qué le hiciste? ¡Dime! ¿Qué le hiciste?"
Miró a Rut fijamente a los ojos con enojo y ella respondió:
"No fui yo, fue el pastel que se deshizo solo"
Tursi triste por lo ocurrido, bajó la cabeza llorando. Rut sabía que necesitaba un abrazo, así que se acercó a consolarlo y le dijo:
"No te preocupes, amigo, algún día lo vas a lograr y lo veremos juntos, ¿está bien?”
En el momento cuando más fuerte se abrazan, la máquina comienza a dar señales de peligro. Rut y Tursi se desesperan buscando una solución. Pero cualquier intento fue en vano, pues la máquina descontrolada disparó las bolas de pastel a gran velocidad por toda la habitación. De tal manera que terminaron siendo golpeados por las bolas de pastel.
Ahora Rut enojada le dijo a Tursi:
"¡Yo sabía! ¡Yo sabía! Siempre soy la afectada. Mira como estoy ahora por tu culpa”
Tursi respondió:
"Ayúdame a apagar esta máquina o habrá un desastre total en este lugar"
Las bolas de pasteles volaban por toda la habitación. Rut vio una barra de metal en un rincón del cuarto y tomó un pedazo de madera como escudo, fue hasta la parte donde se encontraba el motor y con todas sus fuerzas golpeó la máquina. Cuando Tursi vio lo que hacía, gritó:
"¡Nooo, no. Así noooo!"
Sin embargo, Rut continuó golpeando y golpeando cada vez con más fuerza, hasta que logró apagar la máquina destruyendola.
"¡Ya está!" dijo Rut agotada.
Tursi triste de rodillas, la miró y le dijo:
"Acabas de destruir mis sueños."
Entonces Rut caminó hacia donde él estaba y se arrodilló junto a él, lo abrazó y le dio un beso en la mejilla diciéndole:
"Aunque tus inventos muchas veces fallen, no quedes contento y yo siempre salga perjudicada, no me importa. Pase lo que pase te voy a amar y siempre seras mi mejor amigo."
Tursi dejó de llorar y le dio una sonrisa a Rut respondiendole:
"Aunque mis inventos no den fruto y a veces se salgan de control, ¿me seguirás amando igual?”
Rut asintió y Tursi continuó diciendo:
"Pues ven. Te mostraré lo que nunca pensé mostrarte porque tenía miedo que me lo rechazaras."
Tomando a Rut de la mano, la lleva de prisa a la parte de atrás de Ia casa. Cuando llegan al centro del patio, la suelta para mostrarle su gran secreto, un inovador invento de barro líquido de color negro. Estaba en un pozo escondido por Tursi, pues sabiendo que este líquido de barro oscuro poseía un gran poder, lo guardaba muy cuidadosamente ya que no quería que lastimara a nadie. Este lodo oscuro transmite un poder que genera cambios según el deseo en la imaginación de quien lo poseía. Es tan poderoso que si cayera en manos equivocadas sería un gran peligro para toda la humanidad.
Sorprendida Rut de lo que estaba viendo, quiso tocarlo, pero Tursi le grita fuertemente:
"¡No lo toques!"
Sin embargo, ella logró tocarlo un poco por lo cual se creó un resplandor de luz que duró pocos segundos y luego se vio a si misma nuevamente con la mano extendida para tocar el liquido negro, siendo interrumpida por Tursi que con un gran grito le repitió:
"¡Nooo, no lo toques!"
Tursi la tomó de la mano rápidamente, provocando que Rut perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Rut lo miró confundida y le dijo:
"¿Qué te pasa? ¿Por qué hay tanto alboroto?"
"Amiga, no sé qué hubiese pasado si lo hubieses tocado. Todavía no está listo, es peligroso. Cuando lo termine lo será aún más, pero al menos estará listo para que tú y yo lo usemos para detener a los malvados Reyes de las tinieblas."
Rut observó a su amigo ocultar el pozo con un manto especial que impedía el acceso a cualquier intruso, sin importar si este supiera en dónde estaba el agujero. Se quedó mirando al cielo pensando en lo confusa que había sido toda esta situación acerca del pozo. Cuando terminaron de ocultar el hoyo, iban camino a casa y Rut le dijo a Tursi quien venía detrás de ella:
"Tursi, hemos estado solos por muchos años sin tener ningún problema. ¿Por qué crees que vamos a necesitar esa cosa del lodo negro? ¿Acaso hay algo que deba saber?"
Siendo Tursi atravesado por la fija mirada de Rut, le contestó:
"No, no es eso. Es que sabes cómo son los reyes de las tinieblas y como siempre digo: “Es mejor prevenir que lamentar”, ¿verdad?”
Rut contesta:
"¿Y desde cuándo usas dichos para hablar?”
Ambos se sonrieron el uno al otro, no pararon de reírse mientras volvían al interior de la casa.
Tristeza que invade
Tursi y Rut tenían hambre y decidieron ducharse. Varios minutos después, se escucharon ruidos de afuera como si hubiese una pelea. Los ruidos eran de caballos y armas como las que se usan en las guerras. Cuando escucharon esto, ambos salieron disparados de sus baños. Se asomaron por la ventana sin que nadie los viera, se asombraron al ver a los guerreros junto a los reyes de las tinieblas, conocidos por oprimir a la gente. Muchos de ellos, en especial los niños y las niñas, eran tomados como esclavos en sus casas y palacios.
Ambos se entristecieron mucho al ver lo que estaba ocurriendo. Observaron a los guerreros retirarse mientras dejaban atrás a personas heridas, padres y madres llorando por sus hijos. Rut se cubrió los ojos con las manos y Tursi la miraba sin saber qué decir, cuando de repente ella se va corriendo a su habitación. Sin decir nada, Rut se vistió con un pantalón licra color rosa y una camisa corta ajustada a su cuerpo. Encima se puso un traje de color negro. Se miró en el espejo e imaginó cómo sería todo si tuviera padres que se preocuparan por ella. Además, imaginó que estaba en casa con sus padres y escuchó a lo lejos una voz que le decía:
"Rut, ven que la cena esta lista"
Pensando que era la voz de su mamá, contesta:
"Sí, mamá voy en un momento, estoy terminando de peinarme"
Aún en su ilusión, escucha de nuevo la voz diciéndole:
"Rut, ven que se enfría la comida”
Reconoció la voz de su amigo Tursi, sonrió para sí misma y se apresuró en ir a la cocina. Al entrar, Tursi la mira con asombro y le dice:
"Wow, ¿qué te pasó? ¿Para dónde vas tan arreglada?"
Rut se acerca a él y lo abraza mientras le dice:
"Voy a un lugar especial a cenar con mi mejor amigo"
Se sentaron juntos en la mesa y le dieron las gracias a Dios por la comida. Mientras comían, escucharon una hermosa música instrumental de fondo que siempre es dirigida por unos extraños animales pequeños, parecen expertos en todo tipo de música e instrumentos y obedecen a sus amos cuando les ordenan una canción en específico. Rut asombrada por el sabor de la comida, le dice a su amigo:
"Mmmmm. La comida está deliciosa"
"Gracias, madam, todo fue hecho especialmente para ti"
Rut le sonríe agradecida, continúan disfrutando la cena hasta que comieron el último bocado y ambos se despidieron para irse a sus cuartos. Tursi hojea el libro que siempre tiene encima de su cabeza, mientras toca el botón que enciende unos pequeños motores que tienen unas pequeñas hélices con las que se echa aire fresco en la habitación.
Por otro lado, Rut en su cuarto jugaba con unas barajas sobre su cama, ignorando que a través de ellas era observada por personas que querían llegar a rescatarla. Sin embargo, estos aún no podían llegar a Rut porque estaban muy lejos. Aunque a través de las barajas, el ejército del Libro Perdido podría sentirse tranquilo de que ella estaba a salvo junto a su amigo Tursi jr, tenían certeza de que en cualquier momento la encontrarían.
Mientras Rut continuaba jugando con sus barajas, el líder del Libro perdido la observaba diciendose a sí mismo:
"Pronto llegaremos pero todavía faltan muchas cosas por hacer. Sé fuerte y resiste. Sé que podrás"
De repente, alguien entra en la habitación del Líder del Libro perdido, este escondiendo las barajas con las cuales observaba a Rut y pregunta:
"¿Quién es y qué deseas? Estoy ocupado"
Al escuchar la pregunta quien acababa de entrar a la habitación se apresura a contestar diciendo:
"Soy yo, Permon."
"Dime Permon, ¿pasa algo? Es que estoy ocupado."
"Señor creo que debería ver algo que le puede interesar."
"¿Qué es? "
EL Líder del libro perdido miró a Permon y con un gesto le indicó que le mostrara de qué se trataba todo esto. Permon le hace una señal para que lo siga. Ambos caminaron hacia un barco que parecía abandonado y le mostró a un gran ejército acercarse en contra de ellos. Entendiendo ambos que este era el ejército de los reyes de las tinieblas, Permon le pregunta al Líder:
"Señor ¿qué vamos hacer?, ¿pelearemos?"
El Líder le contesta:
"No. Aún no estamos listos para una batalla de este tamaño. Si peleamos ahora, acabarán con nosotros."
Permon algo confundido le pregunta:
"¿Entonces qué haremos?
El Líder señalando el gran ejército, contesta:
"Si vamos hacia el norte, podremos huir con mucha facilidad. Como puedes ver todos vienen del sur solamente. De esta manera nadie tendría que morir. Necesitaremos al elegido para poder enfrentar esta batalla."
Dicho esto, dio la orden de retirar a todos hacia el norte en búsqueda de algún refugio. Ellos debían hallar el lugar donde pudieran encontrar al Elegido del Libro Perdido.
El inicio de las profecías
Al otro día, Rut despertó enojada por la mañana, pues la despertó alguien que estaba escuchando música a todo volumen. Cuando salió de su cuarto, se percató de que la música venía de la sala de su propio hogar. Al entrar en ella, vio a su amigo Tursi bailando al ritmo de la canción y su enojo desapareció. Rut comienza a reírse y Tursi deja de bailar preguntándole:
"¿Qué te pasa amiga? ¿De qué te ríes?”
"Ohh Tursi, ohh Tursi. Bailas horrible."
Tras decirle esto, Rut comienza a bailar imitando a Tursi. Él se queda mirando y después de unos segundos se ríe muy fuerte. Ella se detiene y le pregunta:
"Ahora tú, ¿de qué te ríes tanto? "
"Me río porque estás bailando horrible."
"Ahh si? De eso mismo me estaba riendo yo pues así es como te vi bailar y para colmo, no te da vergüenza."
Tursi molesto por lo ocurrido, ordenó apagar el radio y con seriedad le dijo:
"Prepárate porque hoy tendremos que ir al pueblo a comprar las cosas que necesitamos para la casa."
Rut todavía sonriendo, le pregunta:
"Pero ven Tursi, ven y baila conmigo. ¿Ya no deseas bailar más?"
Y Tursi responde:
"Vamos que se hace tarde, muchacha insolente."
Rut notó que Tursi lucía algo inflexible e intentó continuar con el baile, pero él sin prestarle atención, caminó hacia donde estaba su libro y mientras se lo ponía en la cabeza como era de costumbre, tomó sus dos canastas y vio que Rut aún no estaba preparada. Tratando de corregirla le dice.
"Vamos, ñina. Apurate."
Rut al ver su apuro, le contesta odiosamemte mientras se dirige a su cuarto:
"Ya voy. Deja que me ponga mis tennis."
Tras varios segundos, Tursi vuelve a decirle:
"Ay Rut avanza que nos tenemos que..."
No había terminado de quejarse cuando Rut regresó de su cuarto. Tursi exclamó:
"Wow, amiga mía, me sorprendes. Tus tennis son hermosos. ¿Cómo los hiciste?"
Rut le contesta con un poco de picardía:
"No te puedo decir todos mis secretos, pero hay algo que sí puedes saber, tengo muchas más y de todos los tipos para cualquier lugar al que vaya."
"Wow, amiga, me sorprendes." Respondió Tursi con asombro.
Rut algo sonrojada le continúa diciendo:
"Todo esto de inventar cosas es gracias a ti. Por eso voy a bautizar estos tennis con los nombres de tus hermanos."
"¿Los vas a llamar Diamante y Will?
"Sí. Les voy a llamar como a tus hermanos que recuerdas tanto."
Tursi le dice:
"¿Sabes que? Mirándolas bien, quiero que hagas unas especialmente para mí. ¿Puedes?"
"Pues claro, será un placer, amigo mío."
Rut hace una pausa y sonriendo le pregunta a Tursi:
"Tursi, ¿no se supone que teníamos que irnos al mercado?"
Tursi sonrió le dijo:
"Sí es verdad, vámonos."
De camino al mercado, mientras caminaban, la mayoría de las personas los saludaban. Tursi parecía el gobernador, recibiendo saludos en todos lados a los que iban. Mientras esto ocurría, Rut sonreía por todo el espectáculo que su amigo hacía.
Cuando llegaron al pueblo, vieron a muchas personas ir de lado a lado haciendo compras. El mercado negro era inmenso, es el tipo de lugar donde, si no encuentras lo que buscas, es porque no existe. Después de echar un vistazo a los alrededores, ambos continuaron caminando juntos hasta que Tursi vio a lo lejos al vendedor de artefactos electrónicos. Fue fácil de encontrar pues era un hombre muy gordo, quien siempre estaba acompañado de su esposa que era muy flaca. Tursi le dijo a su amiga Rut:
"Amiga, necesito parar aquí, tengo que comprar unas piezas para reparar lo que destruiste."
Al escuchar lo que Tursi dijo, Rut sonrió y respondió:
"Esta bien, ve. Iré a buscar la comida y lo que necesito para hacerte los tennis"
Tursi:
"Esta bien, pero no tardes mucho. Aquí te espero."
Cuando Rut se fue, Tursi le dijo al vendedor las piezas que necesitaba. Por otro lado, Rut estaba de camino al mercado de comida. Mientras caminaba, veía a muchos de los vendedores discutir con sus clientes, pues estos intentaban regatear los precios sin tener éxito. Solo se podía escuchar: "Por favor véndame esto a menor costo”, "no puedo pagar todo eso", “no tengo tanto dinero, tenga piedad." Pero eso no cambiaba nada, los vendedores solo repetían lo mismo y lo mismo:
"Yo no pongo los precios. Los precios fueron fijados por los reyes de las tinieblas. No se pueden cambiar sin autorización."
Rut notó que quienes rogaban por la comida eran mendigos, los más pobres del pueblo. Giró su cabeza para no ver más el triste espectáculo, pero al hacerlo, vio a lo lejos grandes bandas de guardianes malvados quienes iban en caballo y carroza. Venían a toda velocidad entre las calles principales junto al mercado del pueblo. Ante todas estas imágenes horrendas, Rut sufre un leve ataque de nervios y espantada cierra sus ojos mientras se dice a sí misma:
"No. No más, No más, por favor."
Rut estaba tratando de calmarse, cuando un hombre con cabello blanco y ropa sucia, rota y descalzo, se acerca diciéndole:
"Ayúdanos. Señorita, ayúdanos. No tenemos a nadie que nos ayude."
Rut apenas recuperándose, le pregunta:
"¿Qué necesitas para poder ayudarte?"
"Necesitamos que nos salve. Sálvanos. Sálvanos",
Rut le dio una media sonrisa y con algo de nervios y confusa por la petición de aquel extraño, contestó:
“Sal.. ¿qué? ¿Salvarlos? ¡Wow! No se como podría salvarlos, solo soy una chica normal"
Ante la respuesta de Rut, el hombre de cabello blanco, preguntó:
"Señorita, ¿me permite tomar su mano un momento? Quiero mostrarle algo."
Rut, con algo de incertidumbre, le extendió la mano. Cuando el hombre la tomó, tuvo unas visiones extrañas, mientras a su vez escuchaba su propia voz que le decía:
"Desde ahora te encontrarás contigo misma y sabrás quién eres realmente."
No había terminado de hablar, cuando Rut escuchó a todas las personas decirle:
"Sálvanos. Sálvanos."
Volviendo en sí, se percató que el hombre de cabello blanco la estaba mirando fijamente y aún sin entender, le preguntó con algo de confusión:
"¿Qué fue todo esto que me sucedió? No entiendo lo que pasó."
"Te vuelvo a repetir, desde ahora en adelante sabrás quién eres realmente."
Aquel hombre se levantó de donde estaba sentado, cuando Rut vio que no tenía zapatos, se quitó los suyos para dárselos. El hombre de cabello blanco se apresuró a decirle:
"No. No lo hagas. Esos son tuyos y los debes tener. Fue por eso que tuviste esa idea, por medio de ellos harás mucho bien. Por mi parte no te preocupes. yo así soy y nunca me ha pasado nada."
Rut consternada con la condición de este hombre, le dijó:
"Por favor dime, ¿cómo puedo ayudarte?”
El hombre de cabello blanco la miró y le sonrió. Al ver que Rut aún esperaba una respuesta, respondió:
"Ya me has ayudado y eso que apenas estás comenzando."
Rut vio que el hombre se iba y lo detuvo:
"Espera no te vayas. ¿A dónde vas?"
Él, sin dejar de caminar, respondió:
"Tengo que irme. Ya he cumplido con mi labor aquí. Hay otro lugar en el necesito estar. Gracias."
Sin que Rut pudiese hacer algo, este hombre se mezcló entre la multitud perdiéndose de vista. Y sumida ella en sus pensamientos por todo lo vivido, fue sorprendida por Tursi cuando la tomó de la mano por sorpresa, preguntándole:
"Amiga, ¿dónde estabas?"
Rut dio un leve grito y retiró su mano de la mano de Tursi respondiendo:
"¡Ahh, Tursi! Me asustaste."
Tursi rió y con una mueca de broma le dice:
"¿Tan feo soy que hasta con acercarme te asusté? Dime, ¿qué tan feo soy?”
Rut le contestó después de un suspiro:
"No es eso, amigo mío, lo que ocurre es que no tienes idea de lo que pasó hace unos minutos”
"¿Qué te pasó?"
"Nada. No importa."
"¿No importa? Pero si estás asustada."
Rut al ver que su amigo Tursi no se rendía tan fácil, le sonrió y le tomó la mano diciéndole:
"No te preocupes, terminemos con las compras y hablaremos de esto luego."
Ambos continuaron con sus compras, llegaron a la tienda de una señora que, a pesar de no ser muy hermosa, se alegraba de ver a Rut. Sin mediar palabras, ella se acercó a la chica y dándole un gran abrazo que casi deja a Rut sin aliento, le dice:
"Mi niña hermosa. ¡Mi futura yerna! ¿Cómo estás?"
Cuando la soltó, Rut le respondió:
"¿Qué..? ¿Futura qué? Pero, ¿qué dice usted señora?”
"Tú sabes, mi hijo es hermoso. Él está enamorado de ti. Tienes que ver cómo se vistió hoy. Él sabía que vendrías. Déjame llamarlo."
Tursi con una sonrisita, le dijo a Rut al oído:
"Creo que ya tienes un galán."
Rut le dio un golpe con el codo y respondió molesta:
"¿De qué estás hablando? No lo digas ni de broma."
Tursi al ver la manera como lo miraba, le pregunta:
"¿Qué?”
De repente Rut se acerca a su oído y le dice:
"Solo tu eres mi galán, así que defiéndeme, ¿oíste?"
Tursi jr asiente con la cabeza y ambos ven venir a la fea señora con su hijo el galán. Cuando se acercaron hasta ellos, Tursi no aguantó la risa. La señora fea sin prestarle atención a Tursi jr, le dice a Rut:
"¡Aquí está tu futuro hombre!"
Rut lo miró y se sorprendió un poco, pues se veía como un hombre grande y fuerte pero su cara y en especial su voz aguda lo delataban:
"Hola mi nombre es Tuca, pero algunos se llaman Tu camarada."
Luego de decir esto, el galán comenzó a reírse de su propia broma. Rut sin darle importancia, le respondió con cortesía:
"Hola. ¿Cómo estás? Mi nombre es Rut y este es mi amigo Tursi."
Tuca ignoró por completo a Tursi, quien de todos modos no le estaba prestando atención.
"Bien. estoy bien. ¿En qué te puedo ayudar hoy?"
Rut le dice:
"Necesito 20 pies de la piel que le compré a tu mamá la última vez, además necesito la porción básica para el consumo de dos y varias libras de lechón."
Tuca:
"¿Nada más?"
Tursi queriendo algo más para él, se dirigió a Tuca diciendo:
"Una cosa más".
Pero a pesar de que Tursi le habló directamente, Tuca lo ignoró de nuevo descaradamente y continuó preguntándole a Rut:
"¿Nada más, Rut?"
Tursi al notar que Tuca lo estaba ignorando, se enojó y le dijo:
"Oye, hombre fuerte con cara y voz de bobo, ¿no ves que te estoy hablando?"
Tuca respondió:
"Ohh, disculpa. No sabía que las mascotas hablaban. ¿Desea algo usted?"
"Sí deseo algo. Deseo que lo que tienes de cuerpo, lo tengas de mente y voz, pues lo que tienes ahora de verdad me da lástima."
Cuando la madre de Tuca escuchó a Tursi, se enfureció mucho. Tuca vio a su madre enfurecida acercándose a Tursi para pegarle. Rut al ver sus intenciones, se puso en medio de ambos y mirándolos fijamente les dice:
"¡Basta! Si los dos quieren pelearse como bárbaros, háganlo, pero en otra parte y en otra ocasión. Tengan respeto, así que se me quedan quietecitos los dos. ¿Está bien?"
Al ver la manera en que Rut los miraba, ambos algo avergonzados contestaron al mismo tiempo:
"Está bien, pero solo lo hago por ti."
Rut sonrió y se separó de ellos para tomar las últimas cosas que le hacían falta. Tursi se acercó para ayudarle a cargar las compras. Ya estando afuera de la tienda, escucharon a Tuca a lo lejos gritando mientras se acercaba a ellos. Como no se le entendía, Rut se paró frente a Tursi, pues pensaba que Tuca seguía enojado. Cuando él llegó, entendieron lo que les decía:
"Esperen. Esperen un momento. Creo que necesitan ayuda. Tengo una carroza que pueden usar y me la regresan luego."
No había terminado de hablar, cuando Tursi ya estaba respondiendo:
"No te molestes. Yo puedo con todo esto. Verdad ami..."
Rut lo interrumpió dando un leve grito:
"¡Wow! Gracias por tu ayuda. La tomaremos y la devolveremos luego."
Tuca, al ver la reacción de Rut ante su ayuda, se emocionó internamente y se llenó de orgullo mientras le sonrió diciendo:
"Claro que puedes llevarla."
Tras decir esto, él comenzó a caminar, pensando:
"Con este gran gesto, he acumulado muchos puntos para conquistarla.”
Después de varios pasos, Tuca le hizo un gesto a Rut con su mano despidiéndose mientras le decía:
"Nos vemos luego. Espero que lleguen bien."
Rut le devuelve el gesto y Tursi empieza a quejarse diciéndole su amiga:
"¿Quién se cree? ¿Piensa que por este detalle habrá obtenido puntos contigo?"
Rut le contesta pensativamente:
"Mmmm. Bueno..."
Pero Tursi se impacienta y le dice:
"¿Bueno que? ¿No me digas que con ese gesto logró conquistarte?"
Rut al ver que Tursi no se había dado cuenta de que ella solo bromeaba, le siguió el juego y quedándose pensativa le dice:
"¿Bueno por ese detalle? No lo sé. Pero sí me agrada lo que hizo, no lo puedo negar. Fue muy amable."
Tursi al no escuchar la respuesta que esperaba, se incomodó y le dijo a Rut con voz nerviosa:
"Pero Rut, ¿qué dices? Solo lo hace para tenerte y lograr su objetivo. Cuando lo consiga, sabes que hará."
Rut poniendo cara de sorprendida, le pregunta:
"¿Pues qué haría él? Dime.”
"Pues, ¿cómo lo haría? ¿Quién es él? Haría boberias. Te dirá “te amo” como un bobo, “te deseo” como un bobo y todo lo demás que diga, lo dirá y lo hará como un bobo. Cualquier cosa que haga a una mujer lo hará como lo que es, un bobo. Como un bobo. Como un bobo. Como un bobo..."
Rut lo interrumpió sin poder contener la risa diciéndole:
“Todo lo haría como un bobo ¿de verdad piensas eso?"
Tursi entendió que Rut estaba diciendo esas cosas en broma y ella le dijo:
"Ay Tursi, ya deberías saber que por ese detalle o cualquier otro que se le ocurra, nunca me casaré con él."
Rut vio que se acercaba la carroza que Tuca le había prometido y se apresuró a preguntarle una vez más a su amigo:
"Entonces amigo, ¿todo lo haría como un bobo?"
Tursi levantando sus manos y moviendo su cabeza, le contestó:
"Amiga, ¿qué puedes esperar de alguien así? ¡Exacto eso mismo! Nada. Absolutamente nada."
Tras decir esto, ambos se rieron cuando la carroza llegó y el ayudante de 'el Bobo ' les dio una mano para poner todas sus pertenencias en la carroza. Cuando ya estaba todo en su lugar, el ayudante se despidió y Rut y su amigo Tursi comenzaron su viaje de vuelta a casa, riendo de todo lo ocurrido durante el día.
El secreto del jarrón
Casi llegando a casa, se encontraron con una pequeña multitud de personas que estaban esperando a Tursi, pues necesitaban que les arreglara unas máquinas defectuosas que tenían. Rut, al ver que todos los presentes estaban esperando por su amigo, le susurra:
"Ahora te toca a ti demostrar tu amabilidad por los demás, ayúdalos en lo que preparo el espacio para poner las compras en orden."
Tursi abriendo los ojos bien grandes con asombro, se apura en contestar a Rut sin que nadie más lo oiga:
"¿No me vas a ayudar con toda esta gente?”
Rut dándole un empujoncito con la cintura le dice, mientras se dirige hacia la puerta de la casa:
"Vamos amigo demuéstrame que eres el mejor."
Tursi sintiéndose halagado, acepta el reto y dirigiéndose a la multitud, les hace un gesto con la mano y les dice:
"Vengan. Vamos a mi taller en donde hay más luz, está a punto de oscurecer."
Todos ríen a carcajadas, pues saben que ese lugar siempre ha estado oscuro durante décadas por las tinieblas. Ya estando en el taller, Tursi los ayudó a todos arreglando cada una de sus máquinas. Desde las más grandes hasta las más pequeñas. Rut terminaba de descargar la carroza en la cocina y meditaba acerca de lo que vivió en la plaza del pueblo con aquel hombre de cabello blanco. Rut no podía sacar de su mente la manera en que lucía ese hombre, no entendía cómo un vagabundo común y corriente pudo hacerle pasar por una experiencia tan inusual.
Cuando Tursi terminó con todas las reparaciones, entró en la cocina y vio a Rut algo distraída. Sin decirle palabra alguna, continuó hasta la sala y cayó rendido en el sofá. Cuando de repente escucha un suspiro, es su amiga Rut quien se sentó a su lado, pues al igual que él, estaba cansada por el largo día que habían tenido. Ya estando tirados en el sofá tras unos minutos de silencio, Rut suspira con cansancio mientras le dice a Tursi:
"Wow, que día tan largo día."
Tursi tendido a su lado, responde:
"Sí amiga. Fue un día largo, pero quiero enseñarte algo que siempre he querido mostrarte. Estaba esperando a que estuvieras lista y ahora creo que lo estás. Ya no eres una niña. Sé que podrás guardar el secreto, es muy importante."
Rut lo mira con algo de misterio y asombro en sus ojos preguntándole:
“¿De qué se trata este gran secreto?"
"Ven, te lo mostraré. Te dejará con la boquiabierta."
Después de decir esto, Tursi se levanta y le hace un gesto con la mano a Rut para que se apure. La anima:
"Ven, amiga, avanza."
Tursi lleva a Rut hasta su habitación de inventos, la cual está llena de libros científicos y se detiene delante de un jarrón gigante. Este jarrón era de barro, en su interior tenía una palma de coco no muy común. Rut se queda mirando pensando qué tenía eso de especial, cuando Tursi interrumpe su pensamiento diciendo:
"No te asustes con lo que voy a hacer ahora, tampoco grites cuando veas lo que saldrá de aquí. ¿Lo prometes? ¿Está bien?"
Rut algo temerosa asintió con la cabeza, le hizo un gesto de que le mostrará de qué se trataba todo esto. Tursi algo inseguro, vuelve a decirle:
"Ya sabes que me lo prometiste. Después no digas que siempre sales afectada con mis inventos"
Rut, impaciente, le hace un gesto con la mano para que se apure y deje el misterio. Tursi al verla, se ríe y toma uno de los cocos que cuelgan de la palma, al arrancarlo hizo un ruido. Rut dio dos pasos hacia atrás asustada, pero con intriga por lo que podría ocurrir. Después de unos segundos, la tierra del jardín comenzó a salir poco a poco por todos lados. Rut no entendía lo que pasaba, así que le preguntó a Tursi algo alterada:
"Tursi, ¿qué es todo esto?"
Tursi sin decir nada, le hizo una señal para que mirara. Cuando Rut miró bien la tierra, vio que salía de ella un topo color gris y blanco. Al ver la cabeza del topo, se asustó mucho y gritó fuertemente, mientras salió corriendo de la habitación sin mirar atrás. Tursi pensó:
“Y aunque se lo dije, fue lo primero que hizo."
Tursi estando a solas con su amigo el topo, ve a Rut asomada en la puerta. Y vencida por la curiosidad, decide entrar. Tursi nota que ella está nerviosa por todo el asunto y le comienza a hablar a su amigo el topo. Al ver que ella se acercaba más, le dice:
"Ven amiga. Él no te hará ningún daño."
Rut algo insegura, se acercó un poco más hasta donde estaba Tursi y el topo. Cuando ya estuvo a su lado, dijo:
"Este no es uno de tus inventos, ¿verdad? ¡Es un topo gigante!”
Tursi notando su asombro, se sintió orgulloso y con modestia respondió:
"¿Cuándo has visto un topo como este?"
Rut algo exaltada le contesta:
"¡Nunca! ¡Nunca he visto algo así en mi vida!"
"Pues esto es para que sepas que tienes un amigo muy talentoso. Este es uno de mis mayores logros, nunca te lo había mencionado, porque estaba esperando el momento correcto y hoy lo fue."
Al escuchar esto, Rut recordó las palabras que el hombre de cabello blanco le había dicho:
"Ahora te encontrarás contigo misma y verás quién eres realmente."
Tursi la sacó de sus pensamientos diciendo:
"¡Oye, oye! ¿Pero dónde está tu mente?"
"Perdona, es que recordé algo."
"A ver, ¿de qué se trata?"
Rut al no saber cómo explicarle, ignoró la pregunta mientras continuó diciendo:
"¿El topo tiene nombre?"
Tursi se emocionó nuevamente y olvidó la pregunta que le había hecho a Rut segundos atrás. Se apresuró a responder:
"¡Sí! Como intentaba decirte, este es uno de mis mayores tesoros. Lo llamo Gris, pues como puedes ver, él es de este color. Él y yo hemos diseñado un plan para cuando llegue el día de la gran batalla. Este plan nos mantendrá a salvo."
Rut al escuchar las palabras 'Gran batalla', se asustó y preguntó:
“¿Qué gran batalla?"
Tursi vio la reacción de su amiga y no quiso preocuparla contando todos los detalles, y como su amigo Gris estaba un poco inquieto, se le ocurrió una idea:
"Amiga, no me hagas caso. ¿Quieres dar un paseo conmigo?"
Todo el asunto de la gran batalla se fue de su mente cuando Rut escuchó la invitación de ir a dar un paseo. Ella contempla a su amigo hablando con el topo y le pregunta:
"¿De qué clase de paseo me estás hablando?"
"Tú sabes, un paseo montados en mi amigo Gris."
"¡¿Montados en donde?!"
"¡Sí amiga! Cabalgando sobre él. Nos montamos y descendemos todos juntos hacia..."
Tursi no había terminado de hablar cuando Rut lo interrumpió:
"¿Hacia abajo? ¿Bajo tierra?"
Tursi señaló al topo y sonrió:
"Sí amiga, hacia abajo. Sabes, a donde viajan los topos.”
Rut al notar el tono de broma que Tursi había usado para hablar, lo miró y le dió una media sonrisa diciéndole:
"Sé a dónde viajan los topos. No me refería a eso. Lo que quiero saber es si es seguro ir allí."
Tursi al ver que su amiga se dio cuenta, no aguantó la risa. Vio que Rut aún esperaba una respuesta y le dijo:
"Está bien, amiga. Está bien. No te preocupes. Confía en mí. Nos montaremos ambos en el topo y él nos guiará por el camino. No hay nada que temer, es muy seguro."
Tras unos segundos de silencio, Tursi le vuelve a preguntar a Rut:
"Dime. ¿Quieres o no quieres?"
Rut:
"Está bien pero solo porque confío en ti."
Al escuchar esto, Tursi se montó en el topo y le extendió su mano a Rut para que subiera. Cuando ya estuvieron arriba, Tursi gritó:
"¡Agárrate fuerte que vamos a toda velocidad!"
Su amigo Gris de cierta forma entendió que era el momento de correr y antes de que Rut pudiese decir algo más, el topo aceleró a toda velocidad por el lugar, zambulléndose por los túneles subterráneos. Mientras viajaban, Rut admiraba el espacio. Se veían otros topos que se asomaban desde sus escondites y destellos de energía que flotaban por todo lugar. Rut se sorprendió al notar que había un gran ejército de topos preparados.
Mientras más duraba el paseo, más admiración sentía ella por su amigo, pues podía ver que no estaba tan loco como ella a veces pensaba y que era todo un mago científico. Tras varias vueltas y gritos de alegría, regresaron a la habitación de donde habían partido. Cuando se bajaron del topo, Tursi puso una cara de enfermo que asustó un poco a Rut:
"Oh no. Me siento mal, creo que voy a vomi..."
Antes de que Tursi pudiese terminar de hablar, vomitó por todas partes. Rut al ver lo que pasaba, corrió para que no la vomitara a ella. Cuando Tursi terminó, ella regresó a ver el desastre que había hecho. Todo el lugar estaba sucio pero en especial la entrada del topo, quien se molestó con Tursi e hizo otro agujero para irse. Ya estando solos, Rut le dice a Tursi:
"Estoy sorprendida. ¡Eres un verdadero mago científico! Un poco alocado, pero lo eres."
Decidió llevar a Tursi a la bañera porque lo vio algo sucio y le dijo:
"Bañate y no te preocupes, yo limpiaré lo que ensuciaste."
Tursi:
"Gracias, amiga, no sé qué haría sin ti."
Cuando Tursi entró en la ducha, Rut se fue a limpiar el desastre que él había hecho, dejándolo todo muy limpio. Después de unos minutos, Rut observa al topo gris asomar sus ojos entre la tierra. Rut al verlo, se despide retirándose del cuarto cerrando la puerta al irse. Sin ella saberlo, el topo se quedó mirando hacia donde estaba, mientras pensaba para sí mismo que, al igual que su amigo Tursi, Rut también se interesaba por el bien de todos los que vivían junto a él bajo tierra. El topo se sintió muy contento por lo que su nueva amiga Rut había hecho por él y se volvió a esconder.
Visitas inesperadas
Varias horas más tarde, Rut toma un buen baño y cuando sale de su cuarto, ve a Tursi quien le dice:
"¿Necesitas que te ayude con la cena?"
Rut:
"¿Quieres decir que me ayudarás a comerla como siempre lo haces, ¿verdad?"
Tursi:
"Bueno, veo que estás de buen humor. Me llamas si me necesitas. ¿Está bien?
Rut:
"¡Está bien! Te llamaré si te, ne, ce, si, to.. en algo, ¿okey?"
Tursi continuó caminando hacia su cuarto y Rut siguió a la cocina. Unos minutos después, se escuchó como si una multitud tocara la puerta principal de la casa, era un ruido muy fuerte e insistente. Mientras más pasaban los segundos, el ruido aumentaba. Rut preocupada por tanto ruido, fue a la puerta gritando:
"Ya voy. ¿Por qué tanto alboroto?"
Cuando abrió la puerta esperando encontrarse con una multitud de personas, quedó sorprendida. En vez de una multitud de personas, estaban sus cuatro primos y su tío. Todos ellos iguales a su padre, traviesos. Cada uno de ellos con bolsitos de carga en sus espaldas, los cuales usaban para su protección. Todos vestían con pantalones cortos, sandalias y camisas ajustadas con otra camisa suelta.
Todos lucían iguales, como si fueran clones. Todos con sus rostros cubiertos por una barba y cabello largo pero rizos de color rojo, narices grandes, ojos grandes, sin dejar atrás sus típicas sombreros de estilo ovalado hacia abajo y las correas cruzadas que llevaban en el pecho, las cuales tenían muchos metales raros. Todo esto no preocupaba a Rut, lo que la inquietaba era lo que llevaban en sus manos. Eran unos instrumentos especiales que cargaban de lado a lado. Cada uno tenía un instrumento diferente. Cuando los cinco vieron a Rut, gritaron al mismo tiempo:
"¡Holaaaa!"
Y sin esperar respuesta alguna, empezaron a cantar mientras tocaban sus instrumentos musicales. Rut al escuchar la horrenda canción y la falta de armonía, pensó:
"Oh, no. Mira quiénes son, lo que me faltaba."
Sin poner cara de disgusto, sonrió sin ganas y aplaudió como si disfrutara de la música. Al ver que no paraban de cantar y no queriendo molestar a los vecinos, Rut les hizo una señal con la mano para que entraran a la casa y les dijo:
"Pasen. Bienvenidos, ¿qué les trae por acá?"
Rut cerró la puerta y no pasó mucho tiempo para que Tursi, quien estaba en su cuarto, escuchara todo el alboroto. Salió molesto por el ruido y se encontró con la fiesta de los parientes adoptivos de Rut. Tursi sabiendo que se ponían así, fingió que se alegraba de escucharlos tocar, aplaudiendo al son de la música. Cuando Rut vio a Tursi se acerca y le dice en voz baja:
"Creo que estamos en un gran problema, amigo."
Tursi le responde mientras ambos continúan aplaudiendo:
"¿Estamos? ¿Escuché bien lo que dijiste? Yo creo que solo tú estás en problemas, no yo, ellos son tus parientes."
Tursi intentó escabullirse de regreso a su cuarto, pero Rut lo tomó de la mano fingiendo bailar con él y acercándose a su oído, le dijo:
"Si yo estoy en problemas, tú también lo estás. Además me dijiste que, en caso de necesitar tu ayuda te llamaría. Ahora sí necesito tu gran ayuda, amigo."
Rut le hace un gesto con la cabeza pidiéndole ayuda y Tursi, al ver que no tenía escape, le da otra vuelta a Rut y le dice:
"Está bien, te ayudaré porque eres mi amiga y te amo."
Cuando Tursi terminó de hablar, todos al unísono gritaron:
"Yyyyy, ¡Wuaaaaa!”
Rut y Tursi, agradecidos porque finalmente dejaron de hacer ruido, aplaudieron con mucha alegría, mientras ellos creían que les aplaudían por su talento. Saludaron como lo haría cualquier artista en un gran evento y uno de los chicos se acercó a ambos preguntándoles:
"¿Les gustó la canción?"
Tursi por hacerle una broma a Rut, le contestó:
"Sí que nos gustó. Es más, a tu prima le encanta esa canción."
Rut inmediatamente le dio una mirada asesina a su amigo, pero fue interrumpida por su primo que le dijo:
"¿De verdad te gusto mucho, prima?"
Rut notó que Tursi se reía y sin saber qué responder, le contesta:
"Bueno... pues la verdad es que... Es que está… Buenísima."
El chico se acerca a su papá emocionado diciendo:
"¿Ves, papá? Te lo dije. Te dije que le gustaría mucho nuestra música."
El padre, escuchando la emoción de su hijo, le contesta alegre:
"Sí muchacho, así es."
El tío de Rut nota que por amor le estaban ocultando la realidad y busca la manera de decirle algo a ella. Tursi al ver que este se acercaba, se aguantó la risa que tenía entre dientes y observó que los chicos querían hacer ruido nuevamente. Pero en un tono más bajo, el hombre aprovechó para decirle a Rut:
"Sé que amas a mis hijos, pero ambos sabemos que la música es horrenda. ¿Eres honesta? Dime la verdad."
"Tío, de verdad que sí lo es, pero ellos son chicos, ya aprenderán y más adelante serán mejores."
Luego de decirle esto a su tío, Rut se acerca a saludar a sus primitos. Tursi se quedó en frente del Tio de Rut y este le preguntó:
"¿De verdad te estás divirtiendo?”
Tursi:
“Bueno la verdad es que...”
El tío de Rut lo interrumpió con voz poco agradable:
"La verdad es que nuestra música es horrible, acéptalo."
"Sí lo es, pero como Rut dijo, son solo niños."
El tío de Rut se acerca a Tursi dándole un apretón y le dice:
"Así está mucho mejor. Es mejor ser honesto."
Tursi, casi sin poder respirar por el apretón que el tío de Rut le estaba dando, asintió con su cabeza. Cuando finalmente lo soltó, le continuó diciendo:
"Bueno, ya que eres un gran mago científico, ¿crees que puedes lograr que seamos una mejor banda musical para este hermoso mundo?"
Tursi, aprovechando que el tío de Rut le habló sobre la honestidad, respondió:
"Bueno, ahora que lo mencionas, la verdad es que como lo dijiste bien, soy un mago científico, eso es cierto, pero no soy dios ¿okey? Ustedes necesitan un milagro de dios para hacerlo mejor."
El tío de Rut se molestó por la respuesta y le dijo:
"Oye, amigo, cállate. Demasiada honestidad te puede hacer daño, calladito te vez mejor."
Rut viendo de lejos lo que parecía una larga discusión entre ambos, interrumpe a su tío diciéndole:
"Permiso. ¿Ustedes deben de tener hambre verdad?"
Tío de rut:
"Pues sí, pensándolo bien, sí tenemos hambre, ¿verdad muchachos?"
"Siiiiii”, dijeron los niños.
Rut:
"Pues miren, de casualidad estaba preparando la comida cuando ustedes llegaron. Si me permiten terminar, podríamos comer juntos como la gran familia que somos, ¿está bien?"
El tío de Rut a quien le gustaba mucho comer, respondió:
"Buena idea, sobrina. Nos quedaremos aquí para practicar un poco más de nuestra música mientras la comida está lista."
Rut le hizo una señal a Tursi para que fuera a ayudarla. Él va con ella a la cocina mientras que los demás se quedan en la sala haciendo ruido y Tursi le dice a Rut:
"Fue una buena idea, prefiero estar aquí que en la sala con todo ese ruido que ellos llaman música."
Rut:
"Por lo menos al comer, tendrán la boca llena y no podrán cantar."
Ambos se rieron, mientras en el fondo se escuchaban horrendas canciones.
Cuando terminaron con la cena, Rut y Tursi prepararon la mesa y llamaron a sus visitantes, quienes ya habían terminado de practicar su música. Con un fuerte grito Rut dijo:
"¡Vengan todos, la cena está lista!"
Al escuchar esto, todos se sentaron a la mesa mientras Rut les servía la comida. Luego de esto, Rut fue a buscar la bebida, que era de apariencia extraña pero de buen sabor. No había terminado de servirla, cuando todos los visitantes ya estaban comiendo. Rut se les quedó mirando sorprendida y su tío dio un golpe en la mesa asustando a todos. Tras unos segundos de silencio incómodo, el padre le dice a sus hijos:
"Escuchen todos, recordemos que estamos en casa de Rut, así que debemos comer con educación. Comamos con clase, como se los he enseñado."
Luego, como por arte de magia, el tío de Rut y sus hijos comenzaron a comportarse como unos profesionales, poniéndose toallas en sus faldas y servilletas en sus camisas. Tomaron sus utensilios con educación y comieron con tranquilidad. Cuando Rut vio eso, se maravilló y le hizo una señal a Tursi con sus ojos, para ver si él notaba lo mismo que ella. Al ver que Tursi le devolvió el gesto, se llenó de alegría por los respetables modales de sus visitantes.
Uno de los niños, al ver que Tursi tenía la cara llena de comida, con mucha educación le dijo:
"Disculpa amigo, pero tienes un poco de comida en tu rostro."
Tursi avergonzado le responde:
"Gracias, amigo."
"No hay de qué. Buen provecho."
Mientras Tursi buscaba algo con que limpiarse, el tío de Rut dijo con mucho orgullo:
"¿Vieron como los he educado?"
Rut ayudado a Tursi a limpiarse, le responde:
"Ya veo, tío. Son muy respetuosos y atentos."
Cuando terminaron de comer, se prepararon para levantarse de la mesa. Rut tomó varios platos pero fue interrumpida por otro de los chicos que le dijo:
"La cena estuvo deliciosa. No puedo esperar para saber cómo estará el postre."
"¿Postre? ¿Qué es eso?"
"¿No sabes qué es un postre?"
La sorpresa que sentía el niño lo tenía con la boca abierta, así que Rut se impacientó diciéndole:
"La verdad no sé qué es un postre."
El tío se levantó de la mesa al percibir que Rut se estaba sintiendo incómoda, cuando su hijo continuó quejándose sobre el asunto:
"Papá, ¿por qué no le enseñas a mi prima lo que es un postre?"
EI tio de Rut al ver que ella ya estaba enojada, se apresuró a decirle:
"Rut, amor, el postre es algo pequeño pero dulce que se come al final de la cena para quedar totalmente satisfechos.”
"¿Ahh eso es todo? ¿Es como si fuera un bizcocho o un pastel o algo parecido? ¿Verdad?"
" Sí, eso mismo. Papá siempre nos da uno desde que aprendimos a comer con clase."
Tursi al ver que hablaban de sus pasteles, se emocionó y dijo:
"¡Qué bueno! Acabo de arreglar mi máquina de hacer bolitas de pasteles. Sé que les gustarán mucho."
"¿De verdad que tienes una máquina capaz de hacer pasteles?"
"Bueno, ¿acaso no es eso lo que acabo de decir? Sí, tengo una máquina que creé para hacer bolitas de pastel."
Rut al escuchar todo el asunto de la máquina de bolitas de pastel, se sobresalta y grita:
"¡NO!”
El Tio de Rut dando un pequeño brinco del susto, le dice:
"Pero, ¿qué te ocurre? No. ¿Qué?"
Rut responde, notando que había exagerado un poco con su reacción:
"Perdona tío, es que las bolitas están casi listas, así que denme unos minutos y las traeré."
Tursi se quedó mirando a su amiga algo confundido, pues él sabía que ella les estaba mintiendo. Rut al notar eso, se apresuró a decirle:
"Tursi ven conmigo a la cocina para darle los últimos detalles a las bolitas de pastel.”
Cuando ambos entran en la cocina, Tursi le pregunta a Rut confundido:
"No entiendo. ¿Por qué les mientes? Aún no he prendido la máquina. ¿Cómo es que ya están listos los pasteles?"
"Por eso mismo dije todo eso, imagínate llevarlos a tu máquina y que al encenderla se vuelva loca como lo hizo conmigo, dejándonos en ridículo frente a ellos. Así que no te enojes y ayúdame preparar los pastelitos rápido, en otra ocasión cuando estemos seguros de que la máquina no se volverá loca, se las mostraremos. ¿Está bien, querido amigo?"
Al terminar de decir esto, Rut le sonríe con mucho cariño a Tursi, quien le devuelve y le dice:
"Esté bien, amiga. Te ayudaré."
Luego de varios minutos de espera, Tursi y Rut regresan al comedor con un plato lleno de bolitas de pastel. Cuando los niños vieron lo deliciosas que se veían, se apresuraron a sentarse en la mesa a esperar a que les dieran una. Las comieron y solo se escuchaban elogios de lo ricas que estaban.
El tío de Rut dice:
"Esto está delicioso. Creo que ambos podríamos montar una gran empresa de bolitas de pastel. Con esa máquina seríamos famosos."
Al escuchar esto, Rut casi se atraganta con el último bocado de su pastel y se apresura a decir:
"Bueno, eso sería otro día, pues hoy vinieron de visita familiar no para hacer negocios, ¿verdad?"
Tursi, sabiendo por qué Rut decía esto, le ayudó diciendo:
"Creo que Rut tiene razón, en otra ocasión hablaremos de eso."
"¿Lo ven chicos? Creo que su padre pronto será famoso. Será un empresario en la industria de la repostería."
"¡Sí papá! ¡Sí papá!"
Cuando el tío de Rut vio que ella estaba limpiando la mesa, se levantó y haciéndole una seña a sus hijos, dijo:
"Creo que ya es tarde y mañana será otro día. Debemos ir a recibir a los reyes de las tinieblas y sus invitadas. Mañana será un día muy ocupado. Nos tenemos que ir."
Rut se despidió de cada uno de ellos, mientras Tursi estaba ocupado con su libro. Por último, ella se acerca a su tío quien le dice:
"Hermosa, cuídate mucho y cuida bien a tu mascota."
Tursi al darse cuenta que se refería a él, le contesta molesto:
"Mascota tu abuela. Yo soy su amigo."
Cuando el hombre escucha la respuesta, se enfurece mucho y busca un objeto para pegarle, pero se tropieza con Rut, aunque no se cae. Rut aprovechando esto, se para firme en la puerta para no dejarlo entrar de nuevo. El tío, al ver que ella está en medio, le dice:
"Déjame entrar para enseñarle a tu mascota a no meterse con mi abuela."
"Tío ya basta tu fuiste quien lo ofendió primero. Sabes que él no es mi mascota, es mi amigo. Y por favor dejen de pelear, ¿acaso no ven que los niños están viendo todo? Compórtense."
A pesar de eso, su tío no deja de balbucear diciendo:
"¡Tú eres su mascota, tú eres su mascota!"
Tursi le devolvía su mofa:
"¡Tu abuela, tu abuela!”
Rut, al ver que ambos se comportaban como unos niños, cerró la puerta y se fue a su cuarto cansada de tantas tonterías. Tursi la siguió y parándose en la puerta, pues estaba abierta, vio a su amiga Rut acostada en la cama. Rut al verlo le dice:
"Bien hecho, Tursi. Nunca nadie se había burlado así de mi tío ni ha vivido lo suficiente para contarlo. Así que cuídate, porque él buscará la manera de vengarse de ti."
Tursi, al ver que Rut le decía estas cosas con seriedad, se quedó pensativo mirándola. Rut volvió a hablar después de unos minutos:
"Es hora de dormir, estoy muy cansada. Descansa tú también y piensa en qué vas a hacer con mi tío. Por favor, cierra la puerta cuando te vayas."
Tursi al notar que ella estaba rendida de sueño, cerró la puerta y pensó:
"¿Y ahora qué haré con su tío?"
Mientras pensaba, caminaba hacia su cuarto. Puso su libro de ciencia en un gran escritorio y dijo con firmeza riendo malvadamente:
"¡Haré un gran escudo protector en contra del tío de Rut!”
Tras escucharse a sí mismo, se echó a reír por estar hablando solo. Miró hacia ambos lados de su habitación, reconociendo que no había lugar más seguro que su propio cuarto. Se fue a la cama porque, al igual que Rut, también estaba muy cansado. Una vez acostado, se imaginó llevando su gran escudo y al tío de Rut muy avergonzado por no poder hacer nada en su contra. Con ese pensamiento cerró sus ojos y se quedó dormido mientras sonreía.
El poder de los libros
Después de un día muy largo, Rut y Tursi durmieron como bebés. Al final de la mañana, Rut sintió pequeñas cositas moviéndose por todos lados. Alarmada por esto, comienza a gritar:
"¡Tursi! ¡Tursi!"
Tursi al escuchar los gritos, fue corriendo al cuarto de Rut. Al abrir la puerta, se quedó sorprendido al ver a su amiga Rut rodeada por un montón de sapitos en toda la habitación. Había sapos en la cama, en el piso, en los gaveteros y hasta dentro de los zapatos. Cuando Rut supo que eran sapitos, tiró al suelo los que estaban sobre la cama, mientras le gritaba a Tursi:
"¿Pero qué es lo que has hecho ahora? ¡Mira cómo estoy llena de sapitos!"
Tursi:
"¡Pero amiga yo no he hecho nada!"
"¡¿Nada?! Ahh, sácalos de aquí. ¡Yaaa!"
Tursi, al ver a Rut tan alterada, tomó uno de los sapitos y hablándole en un idioma extraño que ellos entendían, les dijo:
"Están asustando a mi amiga Rut, por favor regresen al escondite secreto."
Luego de haber dicho eso, todos los sapitos se fueron al baño dando brinquitos y uno por uno se metían al inodoro. Cuando ya todos se fueron, Tursi le dijo a Rut riendo:
"Creí que nada te daba miedo."
Rut notando que se estaba burlando de ella, le tiró la almohada diciéndole:
"Pues sí, nada me da miedo, excepto levantarme en mi cuarto a oscuras, rodeada de miles de sapos saltando por todos lados y haciendo ruiditos raros."
Una vez dicho esto, ambos se miraron y se echaron a reír por lo ocurrido.
Rut:
"Bueno, ya basta de bobadas. Creo que le debemos una visita a mi tío y yo sé que con la visita se alegrará tanto, que tal vez olvide la discusión que tuvo contigo ayer."
Tursi miró a Rut y le dijo con cara de confusión:
"Pero amiga, ¿no se supone que hoy vienen los reyes de las tinieblas?"
Rut le contestó riéndose:
"No es hoy, es un día como hoy pero de la próxima semana."
"¿La semana que viene?"
"Sí. Así es."
"Pero entonces, ¿por qué tu tío dijo que era hoy?"
"¿Y de cuándo acá le haces caso a lo que dice mi tío? Sabes que él es duro de sentimiento, tal vez dijo eso como un pretexto para irse."
Cuando Rut dijo esto, Tursi comenzó a hacer movimientos con las manos imitando a su tío y sin que este se diera cuenta, Rut se levantó de la cama y le hizo cosquillas para molestarlo. Tursi muerto de la risa, le dice:
"¡Suéltame, suéltame!"
"Pues déjate de payasadas, por ti es que ahora tenemos que ir allá a visitarlo."
Tursi se calmó, recobrando el aire y le responde a Rut algo molesto:
"¿Por qué por mi culpa?"
"No te hagas. Si no te hubieses puesto a pelear con él, no estaríamos en este lío."
"Pero él empezó."
"Lo sé, pero ya deberías saber que para pelear se necesitan dos."
"No sé si eso sea cierto, creo que hay quienes pelean consigo mismos."
Rut le continúa diciendo:
"Deja de hacerte el listo. Sabes que él solo busca pelea para hacerte enojar y después de la pelea, él sabe que lo visitaremos para arreglar las cosas."
Tursi se quedó mirando a Rut como si no estuviera totalmente convencido de lo que había dicho. Rut al ver su cara, lo mira con una sonrisita tierna y le dice con dulzura:
"Sé que no te llevas con mi tío, pero no quiero hacer ese viaje sola. ¿Podría mi gran amigo ser bueno conmigo y acompañarme en tan largo viaje?"
Tursi al ver como Rut le mira con ternura y que sus palabras suaves le agradan, le asintió con su cabeza. Rut le da un abrazo fuerte diciéndole:
"¿De verdad lo harás por mi?"
"Sí. Solo por ti."
"Por eso es que te amo tanto. Vamos a prepararnos, será un largo viaje."
Ambos se fueron a duchar y a preparar todo para el viaje. Después de un rato, Tursi busca a Rut para preguntarle en dónde están las antorchas guardadas, pues el tío de Rut vive lejos dentro de un inmenso bosque. Al llegar al cuarto, la puerta está abierta y vio a Rut vestida mientras le comentaba riendo:
"Amiga, pareces toda una guerrera."
"Sabes lo espantoso que es el bosque donde vive mi tío. Es mejor estar preparada. ¿Ya terminaste? ¿Estás listo?"
"No. Lo único que me falta son las antorchas. ¿Sabes dónde están?"
"Las pasé en la carroza del bobo."
"Lo que faltaba, ¿nos vamos a llevar la carroza del bobo? No creo que nos sea útil, porque el camino es de madera y no creo que aguante en el bosque."
"Tursi, Tursi no es eso. Es que me da pena con el bobo y tal vez él necesita la carreta y solo por ser bueno conmigo nos la prestó."
"Pero la tienda del bobo no está de camino al bosque."
"Pero tampoco está muy lejos. Además, así podríamos comprar esa fruta que tanto te gusta."
Tursi pensó en su fruta favorita y contestó:
"Hmmm ok. Vamos. Pero que sea rápido, sabes que me enferma estar cerca de él."
Cuando ya tenían todo listo, comenzaron su viaje hacia el mercado. Llegaron a la tienda del bobo y su mamá salió a recibirlos:
"¡Qué gran sorpresa! ¿Cómo está mi futura nuera"
Rut queriendo salir del asunto de la carroza lo más rápido posible, decide ignorar su comentario diciéndole:
"Buenos días. Vengo a devolver la carroza. Muchas gracias por dejarme usarla. Me fue muy útil."
"¡Lo que sea para mi futura nuera!"
Tursi terminando de vaciar la carroza, le dice a Rut:
"Ya está todo listo."
Escuchandolo, la señora se apresura a decirles:
"¡Quédense un rato más! A mi hijo le encantaría verla."
"No podemos. ¡Vamos a visitar a mi tío! y el camino es muy largo."
"No sé cómo tu tío puede vivir en ese bosque tan lejos."
Rut aprovechó que la señora llamó a un empleado para que se llevará la carreta y comenzaron a caminar diciendo:
"Hasta luego. ¡Gracias por la carreta!"
La señora se apresura a decirle a lo lejos:
"Pero, ¡espera!"
Viendo que Rut continuó su camino, se lamentó de no poder lograr que se quedara un rato más hasta que su hijo regresara. Dándose por vencida, continuó con sus quehaceres mientras Rut y Tursi se alejaban mucho más.
"Creo que lo logramos."
"Sí, qué bueno, ahora podemos ir por mi fruta."
"Sí. Así es, mi buen amigo."
Después de un largo camino, llegaron a las afueras del bosque. Lucía más tenebroso de lo que ellos podían recordar. Para colmo, un gran águila volaba sobre ellos. Todo se veía tan tenebroso, que Rut y Tursi estaban llenos de miedo, pero intentaron mostrarse fuertes e invencibles. Rut rompiendo el silencio le dice a Tursi:
"¿Entramos?"
Tursi:
"Para eso venimos o ¿piensas volver después de tan largo viaje?"
Rut:
"Tienes razón. Vamos sigamos."
Sin decir más palabras, ambos entraron por el camino del bosque tenebroso. Mientras caminaban, podían ver cómo las ramas de los árboles horrorosos caían al suelo haciendo un ruido muy particular, lo cual hacía que el momento fuera más tenebroso. A pesar de esto, continuaron haciéndose los fuertes pero a su vez, procuraban caminar lo más rápido posible. El terror era tan inmenso, que ninguno se atrevía a hablar. Tenían miedo de que alguna bestia aguardara escondida y los atacara por hacer ruido. Mientras más caminaban, sus miedos más aumentaban.
Tursi no podía avanzar por el miedo que sentía, así que ambos decidieron detenerse. Cuando Rut vio que su amigo no se movía, le pregunta en voz baja:
"Tursi. Tursi. ¿Estás bien?"
Tursi:
"Sí, pero no reconozco nada. ¿Estás segura que este es el camino?"
Rut:
"Apenas puedo reconocer las cosas, pero estoy segura de que vamos por el camino correcto."
"Bueno, como tú digas. Sigamos."
La plática alivió un poco la tensión que sentían, pero de repente, un fuerte viento vino de la nada apagando las antorchas de cada uno. Ambos gritaron de susto.
"¿Dónde estás, Tursi?"
"¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí!"
Tras unos segundos, sus ojos se ajustaron a la falta de luz y Rut pudo ver dónde estaba Tursi, tomó su mano con mucha fuerza y le dijo:
"Nosotros podemos con esto. Hagámoslo juntos."
Intentaron seguir el camino a oscuras, pero sentían que habían perdido el sendero. Cuando de repente Rut escucha la voz de Tursi diciéndole:
"Nosotros podemos con esto juntos. Ten confianza, podremos lograrlo."
Tursi sacó su libro y bajo la oscuridad que había, encontró lo que necesitaba. Rut curiosa, le preguntó en voz baja:
"¿Pero qué estás haciendo? ¿Qué estás buscando?"
Tursi:
"Estoy buscando algo que nos ayude a encontrar el camino."
Rut:
"Tengo una idea, busca algo que nos ayude a encender estas antorchas. Con algo de luz, creo que puedo encontrar el camino."
Tursi:
"Muy bien pensado. Sé lo que nos podrá ayudar."
Tursi, a pesar de saber lo que necesitaba, la oscuridad y los ruidos de la noche le impidieron encontrarlo rápidamente. Rut, al ver que este se tardaba, se impacientó diciéndole:
"¿Lo tienes o no lo tienes?"
"Tranquila amiga es que está muy oscuro y el ruidito extraño de las ramas me está desconcentrando."
Rut:
"Perdóname amigo, esta oscuridad es peor que levantarse rodeada de miles de sapitos saltarines a plena luz del día."
Al decir esto, ambos se echaron a reír, pero llenos de nervios. A pesar de eso, el comentario de Rut les ayudó a ambos a calmarse un poco, lo suficiente para que Tursi encontrara lo que necesitaban.
"¡Lo encontré!"
Y sin perder más tiempo, habló en un idioma que Rut no entendía. Y luego, sacando dos esferas de su bolso dijo:
"Llama ardiente."
Tras decir esto, las dos pelotitas comenzaron a tirar chispas de fuego. Rut dijo muy emocionada:
"¡Mira! ¡Mira! ¡Está funcionando!"
"¡Soplemos! ¡Soplemos!"
Las chispas seguían creciendo y creciendo, pero debido al miedo que había en sus corazones, se apagaron. De repente vino a ellos una seguridad que los hizo sentir fortalecidos, Tursi tomó las esferas nuevamente y repitió:
"Llama ardiente."
Lanzó las esferas varios metros hacia adelante y dijo a Rut:
“Ve hacia atrás. Esto va a ser grande."
Luego tomó una mecha explosiva especial y la lanzó al lugar donde estaban las esferas segundos atrás. Las esferas que antes destellaban chispas, ahora eran una llama de fuego ardiente. Tan ardiente que Rut y Tursi se alejaron de ella para estar más seguros. Cuando el fuego tocó la mecha explosiva, un destello de luz llenó el lugar por completo. Tras unos segundos el resplandor, la explosión de luz se fue y pudieron ver las dos antorchas encendidas iluminando gran parte del bosque. Ambos asombrados de lo ocurrido dijeron muy emocionados:
"¡Wow! ¡Eso sí que fue grande!"
Entre risas tomaron las antorchas. Rut reconoció unas rocas que marcaban el final del bosque y el comienzo de la llanura. Lo único que se podía ver, era la llanura y un gran árbol con una casa pequeña debajo del mismo. Y una pequeña luz que destilaba desde aquella casa. Rut emocionada le anunció a Tursi:
"Te dije que con algo de luz encontraríamos el camino."
Tursi:
"¿Estás segura de que es aquí?"
Rut:
"Sí lo estoy. Recuerdo que hace poco él me dijo que su árbol había crecido mucho y que le gustaba su nuevo valle, porque así podía ver de lejos a cualquiera que se acercara a su casa”
Tursi:
"Bueno, si estás tan segura, vamos pues, sigamos."
Rut:
"Sigamos."
Ya estando ambos a mitad de camino, escucharon un ruido como un chillido agudo que venía de las alturas, asustados empiezan a agitar sus antorchas de un lado a otro buscando de dónde venía ese ruido. Tras escucharlo otra vez, Rut gritó a Tursi:
"¡Tenemos que correr! Creo que es un pájaro hambriento y ¡seremos su comida si no avanzamos!"
Ambos sin decir más palabras, salieron corriendo cuando sintieron que el aleteo del pájaro les pasaba por un lado a toda velocidad. Tursi, viendo que el pájaro tomaba altura para lanzarse de nuevo hacia ellos, le dice a Rut:
"Sí lo vi, lo vi, es un pájaro y creo que viene de nuevo por nosotros. Cuando te diga que te tires al suelo hazlo. ¿Está bien?"
Rut asintió con la cabeza y miró a todos lados en busca del pájaro, pero no logró ver nada. Luego de unos segundos de silencio, Tursi grita:
"¡Ahora!"
Al decir esto, ambos se lanzan al suelo sintiendo una ráfaga de viento pasarles por encima, pero sin tocarlos. Cuando Rut levantó su mirada, pudo ver al pájaro alejarse de ellos. Ambos continuaron haciendo esto, hasta que se acercaron a una roca grande que estaba muy cerca de la casa. La piedra no los salvaría del pájaro pero al menos les daba unos segundos para intentar pensar en cómo escapar de él. Rut le menciona a Tursi:
"Creo que si nos quedamos aquí, ese pajarito no nos podrá atacar desde arriba y podremos buscar qué hacer para defendernos."
Rut:
"¿Pajarito dices? ¿Pero de qué hablas? Eso no es un 'pájarito’, es un asesino volador. Ese 'pajarito' como lo llamas, nos convertirá en pedacitos y le dará de comer a sus polluelos también, así que debemos seguir corriendo, este lugar no es seguro."
Rut al ver que su amigo iba a comenzar a correr, lo agarra por el brazo y muy enojada le dice:
"Te quedas conmigo aquí. Si morimos, moriremos juntos. Moriremos dando una buena pelea a ese animalito. Así que piensa en otra cosa que no sea correr."
Tursi se percató que no era tiempo de rendirse, que su amiga tenía razón:
"Está bien, amiga. Te amo y nunca olvides que siempre...."
Mientras decía esto se escuchó un ruido tan fuerte desde el cielo, que no dejó que Rut escuchara lo que Tursi le decía, ella sin haber entendido, le preguntó:
"¿Qué dices?"
Tursi logró zafarse de su agarre y salió corriendo a toda velocidad, mientras continuaba diciéndole:
"¡Que siempre te dije que coooorrraaaass!!!"
El pájaro, al ver que Tursi corría se fue detrás de él ignorando a Rut. Ella temiendo que el pájaro tomara a su amigo, le grita al pájaro:
"¡Pájaro malo! ¡Salvaje! ¡Déjanos en paz!"
El pájaro por supuesto no entendió lo que ella quiso decir, pero al menos lo distrajo lo suficiente para que Tursi lograse llegar a la casa del tío de Rut. El animal ahora se veía más molesto que antes, se puso a llorar y Rut se escondió en la roca pensando:
"Debí hacerle caso a Tursi. Debí correr con él."
Viendo que el pájaro venía de nuevo, se escondió y casi la agarra pero no lo logró. Ella, al ver que el pájaro voló alto, decide salir corriendo mientras gritaba del miedo:
"¡Tursi! ¡Tursi! Amigo, espérame no me dejes aquí."
Tursi al ver que su amiga salió sin pensar, le hizo una señal con sus manos para que se detuviera. Pero al notar que el pájaro la vio salir de la roca, le hizo otra señal para que corriera. Rut se asustó mucho más y sin darse cuenta, tropezó y al caer al suelo, sintió que el pájaro le pasó por encima a toda velocidad. Esta vez pudo sentir de cerca sus garras.
Rut se levantó del suelo y, para su sorpresa, el animal dio un giro que no le gustó. Sin tener más opciones intentó regresar a la roca pero era muy tarde. El pájaro la tomó con sus garras y voló muy alto. Se podían escuchar los gritos de Rut por todo el valle diciendo:
"¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Pájaro malo suéltame!"
Tursi miraba aterrado sin saber qué hacer, intentó usar sus esferas pero nada funcionaba. Estaba muy asustado. Rut se cansó de gritar y notó que el pájaro no le había hecho daño y tampoco dejaba de dar vueltas por encima de la casa de su tío. Cuando de momento escucha la risa inconfundible de todos sus primos, quienes saludándola con sus manos le dicen:
"¡Hola prima! ¡Hola! ¿Te diviertes?"
Rut entre sorprendida, aliviada y todavía algo asustada por la situación, estando aún en las alturas, responde:
"¡Primos! Pero que sorpresa y ¿esta manera de recibirme? Casi me matan del susto."
Al escuchar esto, todos rieron con más fuerza. Rut un poco más aliviada, le dice a su tío:
"Bueno tio, ¿ya se divirtieron verdad? Ahora vamos a casa, ¿está bien? Que me estoy mareando de estar tan arriba."
"¡Querida sobrina! ¡Hubieras visto la cara de tu mascota al salir corriendo!"
Sin decir más palabras, un leve silencio hizo entender al tío de Rut que había sido suficiente. Él hizo que el pájaro descendiera y dejara a Rut en el suelo. Se detuvieron más adelante y muy quietecito y obediente, el animal se acostó en la hierba. Tursi al ver que se trataba del tío de Rut, se enojó por la broma, pero su amiga le hizo una señal para que no dijera nada malo. Cuando de repente, el tío de Rut rompe el silencio diciéndole a Tursi:
"Bueno, bueno, de verdad que no imaginé que sería tan divertido. Si tan solo pudiera mostrarles cómo pusieron sus caras"
Hizo una imitación de la cara de ambos, mientras todos sus hijos se reían sin parar. Tursi sentía que estaba a punto de explotar de la ira y les dijo:
"Bueno, si es cuestión de caras feas, tu cara es como la cara que tiene un..."
Rut, al ver que Tursi iba a comenzar una pelea, se apresuró a interrumpirlo diciendo:
"... una persona alegre y graciosa."
Y haciéndole señas a Tursi para que no dijera nada malo, continuó diciendo:
"De verdad que nos engañaste, tío."
"Se los dije muchachos, soy genial haciendo bromas."
Tursi al escuchar esto, dijo entre dientes:
"Bromas de mal gusto."
El tío de Rut al ver que Tursi no estaba tan alegre como su sobrina, intentaba hacerlo reír, ya que le debía una.
"Bueno, por ahora estamos a mano. ¿Qué tal si entramos? Deben estar cansados de tanto correr y correr."
Y sin decir nada más, entraron a la casa mientras algunos de los nenes acariciaban al pájaro y le daban un bocadillo especial. Al ver que su hijo no entraba, el tío de Rut le dijo desde adentro:
"¡Junior deja ir al pájaro y entra ya! Sabes que no me gusta que ninguno de ustedes estén afuera a estas horas."
Sin decir palabra alguna, Junior dio un silbido y el pájaro comenzó a volar perdiéndose por el horizonte. Cuando ya estaban todos adentro, el tío de Rut dice mientras ríe:
"Corran, corran"
"¡Pero eso lo hicimos porque no sabíamos que eran ustedes! Tremendo susto nos dieron."
El tío de Rut al ver que Tursi no estaba muy seguro de sentirse a salvo, lo llama y le dice:
"Oye tú, mago científico. Ya no tienes nada que temer. Nosotros somos tus amigos, ¿verdad chicos?"
"Sí padre, ellos son nuestros amigos."
El hombre vio que los niños habían respondido en tono de broma, se giró y miró a Rut y a Tursi fijamente diciéndoles:
"Les digo esto en serio, tus amigos son mis amigos y tus enemigos son mis enemigos, Nunca duden de eso."
Tursi al escuchar esto, se sintió seguro. La mirada del tío de Rut era inconfundiblemente real y honesta.
Rut dice:
"Gracias tío, es bueno saber que podemos contar contigo."
Tursi:
"Está bien. Pero no nos asusten más de esa manera con ese pajarraco."
Todos rieron, incluyendo a Rut. Tursi al ver que su amiga también reía, se unió a ellos dejando atrás la tensión de lo ocurrido afuera de la casa.
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